La reciente reforma del delito de maltrato animal en España ha ampliado significativamente su alcance, afectando a una variedad de sectores, incluyendo ganaderos, transportistas, mataderos y propietarios de rehalas. La modificación establece penas de inhabilitación para poseer animales, lo que podría impedir a estos profesionales continuar con su actividad. Además, se amplía la definición de maltrato a todos los animales vertebrados, incluyendo especies como peces, lagartijas o ranas, y se introducen nuevas circunstancias agravantes que podrían resultar en penas superiores a dos años de prisión. Esta reforma también introduce la responsabilidad penal de las personas jurídicas, permitiendo que empresas sean sancionadas con multas o incluso la disolución, suspensión de actividad o inhabilitación para obtener subvenciones.
Fuente: Cinco Días
Aún no hay comentarios, añade tu opinión.